Al-Ándalus se
presenta generalmente como un paraíso perdido, una sociedad multicultural
ideal, llena de refinamiento y tolerancia, cuyo brillo contrastaba con las
supuestas "edades oscuras europeas", marcadas por la barbarie y el
oscurantismo medieval. Esta visión tan maniquea, erigida en dogma por la
"historia oficial", está siendo cuestionada poco a poco por valientes
historiadores.