Actualmente, muchos escritores hablan sobre el fin, el declive o la muerte de la política. Otros reconocen que existe una “despolitización”. Este lamento no es nuevo, pero recientemente se ha expresado con más frecuencia y vigor. Hoy en día, las ideologías predominantes tratan a la política como discontinua o no-consustancial a la naturaleza humana, como algo añadido o superpuesto sobre la misma, como una artificialidad.
La política ha muerto. ¡Viva la política! (I)
La política ha muerto. ¡Viva la política! (II)