El blanqueamiento de la pedofilia, incluso su enaltecimiento, como demuestran algunas recientes proclamas de los ultraizquierdistas españoles, no es nada nuevo en la causa del feminismo radical queer. Después de mayo del 68, una parte de la intelectualidad libertaria francesa defendió una de las peores derivaciones de la revolución sexual. En la teoría y en la práctica. Leer artículo