Político sin complejos y de cierta agresividad dialéctica, Matteo Salvini se prodiga en comentarios polémicos, ya sea para atacar la inmigración masiva, denunciar el progresismo de la actual jerarquía eclesiástica o apoyar el desafío regionalista en lugares que no conoce como Cataluña. En esta entrevista, sin embargo, muestra su lado más amable, a la espera de ganar electoralmente el gobierno italiano. Leer artículo