Habiendo perdido el "progresismo" sus connotaciones de vaga simpatía por el progreso moral de la humanidad y de apoyo al bando socialista, la palabra retoma un nuevo sentido en el vocabulario moderno: se opone a populismo, lo que es sorprendente, pues la característica del populismo es la desconfianza hacia las representaciones y las élites. Leer artículo