Mientras la
gente honrada, como se decía antes, cada vez se siente más amenazada por los
atentados islamistas, los habituales robos y asaltos en los centros de las
ciudades y todas las formas de criminalidad y delincuencia ordinarias, el único
medio concedido a los ciudadanos para escapar a la violencia se limita a la
protección, generalmente preventiva, de personas y bienes, y eventualmente, en
el momento de la agresión, el recurso a los agentes de la autoridad… Leer artículo ⇰