La
destrucción de esta joya de la arquitectura gótica es un símbolo del colapso
civilizacional que estamos viviendo y de la pérdida de identidad que amenaza la
esencia misma de nuestras naciones europeas. Ruinas
después de un bombardeo: tengo la impresión de asistir en directo a la caída de
la antigua civilización. La cristiandad reducida a cenizas. Dos
vías nos quedan: o el incendio de Notre-Dame de París se inscribe en la
historia como signo de la caída de Francia, o se acomete su inmediata
reconstrucción, mediante una rápida actuación del Estado y un poderoso apoyo
popular, que hará de este acontecimiento el símbolo de la voluntad de
renacimiento de los franceses. Hay que reconstruir la catedral igual que hay
que reconstruir Francia. Leer artículo ⇰