Por todas partes cuerpos y más cuerpos: desnudos, ofrecidos, expuestos… Éste es el problema: “cuerpos-materia”. Todo lo contrario de la “carne”, todo lo contrario de este encuentro estremecido, ya sea conyugal o libertino, que abre a un mundo. En su lugar, la infantilización regresiva y la histerización de la sexualidad. Leer artículo