"El Maratón de los cien años": la estrategia de China para dominar el mundo, por Stanislas Berton (parte 2)



Lejos de ser un imperio anestesiado, China va situando sus peones en Occidente. Con un objetivo: asumir por fin su rol de superpotencia mundial... y ocupar el lugar de EEUU.

Convertida en una gran potencia económica, China continuó, a comienzos del siglo XXI, llevando una política de infiltración y conquista: espionaje industrial, creación de redes de influencia a través de los Institutos Confucio, toma de participación en los medios o empresas tecnológicas occidentales, financiación de programas de investigación para las universidades o empleo a título de "actividades de consultoría" de responsables políticos de primera línea...

Así, como lo revela con gran franqueza el libro de Pillsbury, durante más de medio siglo, China consiguió burlar la vigilancia de EEUU y Occidente en general, y les empujó a defender e incluso financiar el desarrollo de una potencia rival que buscaba dominarles y quitarles el sitio. A través de sus experiencias como consejero y diplomático, Pillsbury revela cómo el gobierno chino supo explotar perfectamente las debilidades de las democracias occidentales (ausencia de una administración única capaz de centralizar la información y trabajar a largo plazo), utilizar el materialismo y la avaricia de los capitalistas para venderles mejor la cuerda con la que ahorcarles ("el acceso al inmenso mercado chino") y, sobre todo, decirles siempre lo que querían oír, es decir que, gracias a su apoyo ¡la democracia y los principios liberales acabarían inevitablemente por imponerse en China!

En las mejores páginas del libro, Pillsbury revela sobre todo cómo los servicios de información rechazaron creer las advertencias de un desertor que denunciaba, desde los años 80, el doble juego de China o incluso cómo un analista de la CÍA le informó, después de muchas dificultades, que había recibido la orden de no traducir las comunicaciones interceptadas que eran "demasiado nacionalistas", para no contribuir a cuestionar la gran y lucrativa estrategia de cooperación con China. 

Contado de primera mano por Pillsbury, resulta que la estratagema más temible empleada por los chinos fue, por un lado, presentar sistemáticamente a China como un país frágil que necesitaba el apoyo de EEUU y el acceso al mercado mundial para garantizar su estabilidad y, por otro, agitar la amenaza de un vuelco de la facción de los "moderados" por los "extremistas" con el fin de empujar a Occidente a realizar concesiones siempre ventajosas para China. ¡Cuál fue la sorpresa de Pillsbury al descubrir que esta estrategia de comunicación estaba, desde el principio, dictada por la rama radical misma y que las librerías chinas tenían una línea especial, prohibida a los extranjeros, donde una literatura nacionalista, contraria a todo discurso oficial, tenía un gran éxito a la vez que era recomendada por el partido! Este disimulo y el doble discurso permanente se explican por el hecho de que el mayor riesgo para China durante este maratón era el revelarse demasiado pronto como un rival estratégico. 

Hoy en día, se trata de una China segura de su poder, influencia y estatus, que no duda ya en mostrar su juego y voluntad de imponerse. Para China, asegurarse el rol de primera potencia mundial representa hoy una necesidad, no solo para conseguir los objetivos del maratón en 2049 (centenario de la fundación de la República Popular) sino también para hacer frente a las crisis que amenazan al país, como el agotamiento de los recursos y la degradación catastrófica del medio ambiente. Según Pillsbury, 55% del agua en China ya no sería potable...

Publicado en 2016, el libro ha visto pasar cuatro años de la presidencia de Trump, determinado a romper con la ceguera de las administraciones precedentes para entrar en una verdadera relación de fuerzas. En 2020, la victoria aparente de Joe Biden, candidato ampliamente apoyado por China y ligado a esta por gran número de intereses económicos, puede interpretarse como una victoria de los intereses chinos en EEUU.

Para captar mejor la realidad del enfrentamiento y comprender los métodos de la estrategia de infiltración china, la lectura del "Maratón de los cien años" está recomendada a decisores públicos, empresarios, diplomáticos, oficiales de la información y, en general, a todos aquellos que continúan ignorando o negando la voluntad de conquista de China y la guerra asimétrica que lidera desde hace tiempo contra las naciones occidentales. Fuente: Polémia